GUARDAVIÑAS SIGUE INSUPERABLE

El jueves pasado tuvimos la oportunidad de asistir a una noche de Flamenco en Guardaviñas, tal como estaba previsto Samantha Zerpa y Ana Cristina Garantón bailaoras y jóvenes profesionales de ese maravilloso arte presentaron un espectáculo extraordinario.

Como introducción nos dieron una explicación bien amena y sencilla sobre los orígenes de ese baile para luego encantar a los más de 30 asistentes quienes permanecían boca abierta con la emocionante y espectacular presentación.

Las muchachas hicieron varios bailes, entre ellos, la famosa sevillana, bulería, tango, tanguillo, etc.

La disposición de las mesas fue bien diferente esta vez y en el piso de madera donde en alguna oportunidad estaban las mesas donde nos sentamos a probar alguno de esos maravillosos caldos que ofrece Alfonso, en esta ocasión sirvió de pista perfecta para el taconeo de las bailaoras. No fue un espectáculo solamente agradable fue espectáculo profesional y muy emocionante.



Las tapas estaban servidas en cada mesa (y como siempre muy abundantes), tortilla de patatas, gambas terminadas con sal maldom, con su grado de cocción perfecto, los jamones ibéricos que son precisamente escudo del lugar, ajoblanco en shot, tapenade de olivas sobre pan sueco, berenjenas fritas y de principal un pollo con aceitunas y menta acompañado de garbanzos con aceite de oliva y pimiento baturro, guao lo mejor de la noche. Para finalizar un tocinillo del cielo que de verdad te llevaba al cielo.

Los vinos como siempre ilimitados, Cava Codorniu Brut, clásica, no lo había probado y me pareció divina, de burbujas finas y un sabor algo ahumado con un toquecito de nuez que me encanto, luego Delain D.O. Jumilla que fue muy bien con el pollo y para terminar un moscatel de Alejandría , Tres Leones muy sabroso.

Los comensales, como ya es costumbre en este lugar, suplican que paren de llenar las copas, ya que cuando digo ilimitado es porque realmente es así. El ambiente estuvo tan divertido que más de un aficionada saltó a la pista a vivir su propio sueño, pura fuente de alegría e inspiración.

La verdad resulta obvio que es de mis lugares preferidos, pero en esta oportunidad tanto Alfonso como Ana Belén, su esposa, se sobrepasaron, ya ese formato no puede ser ni siquiera conceptualizado como cenas o cenas temáticas, simplemente pasan a ser momentos inolvidables.

Creo que este evento lo van a repetir la semana que viene, apenas me entere se los informaré y de verdad si pueden asistir llamen y reserven no se van a arrepentir.