Después vino un Róbalo, no me acuerdo bien del plato y como cosa rara se me olvidó la foto, siempre se me queda uno por fuera. Trataré de estar más pendiente para la próxima vez. Estuvo acompañado de una copa de Ruinart.
Ensalada de papa y remolacha, uno de mis favoritos de la degustación, un plato muy sencillo pero perfectamente estructurado, el aderezo de huevo de las papas me encantó. Acompañada de Delas Chateauneuf-du-Pape.
Pasta carbonara de palmito, la puso en la degustación por petición de nosotros, es que es demasiado sabrosa, sabe como una carbonara tradicional, pero con un toque de palmito, sin embargo no lleva huevo. El maridaje fue con Roda I.
Cordero cocido con varias especias (como 13), el sabor y la suavidad de la carne fue perfecta, el cordero se deshacía en la boca, casi no había que masticarlo. Igual que la pasta lo acompañamos con Roda I, por cierto es tremendo vino.
Una buena comida necesita un buen vino, por eso el maridaje estuvo perfecto, muchas gracias a Federico y a Carlos Ávila por tan buena elección.
Luego se nos unieron unos amigos, quienes comieron y les encantó, era la primera vez que iban y quedaron fascinados con el lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario