VII SALÓN INTERNACIONAL DE GASTRONOMÍA

Del 30 de octubre al 2 de noviembre se renovará este año la cita más esperada de un país que corteja el sentido del gusto: el VII Salón Internacional de Gastronomía, producido por Exceso y su hermana sibarita, Cocina y Vino, en los espacios del Centro Internacional de Exposiciones de Caracas y presidido, una vez más, por Ben Amí Fihman. Éste es un evento que propicia el encuentro y el intercambio entre productores, distribuidores e importadores de alimentos finos, vinos y destilados, invitados internacionales, chefs, enólogos, sommeliers, restauradores, estudiantes de cocina, expertos y aficionados al buen comer y el buen beber.

La insignia en esta oportunidad recurre al binomio fundador de la especie, “Macho y Hembra”, que determina el concepto de género, y signa, desde Adán y Eva, todas las creaciones culturales. De acuerdo con los dictados de la lengua y de la mitología, vino es macho, y Dionisos, representado como un macho cabrío —Baco entre los romanos—, su deidad. Cocina, en cambio, remite a fogón, a hogar. Y en efecto, las mujeres, desde siempre, han respondido por la cocina doméstica y han sido las guardianas de su tradición. Sin embargo, desde que el oficio, tras la Revolución Francesa, se profesionaliza y sale a la esfera pública, la cocina es pa’machos.
Hombre y/o Mujer

Así como se echa mano de la palabra maridaje para referirse a la armonización del vino con la comida —siempre en el entendido de que no hay matrimonio perfecto—, en el sutil lenguaje de la cata de vinos Macho y Hembra aluden a atributos bien diferenciados que sólo es posible definir mediante el recurso metafórico. Se habla entonces de vinos masculinos y femeninos, de algunos que huelen a pelo de caballo, como otros a entrepierna de mujer, y es habitual que se califique como machos a los recios vinos de Burdeos y como femeninos a los delicados de Borgoña. Hay pues un género en la gastronomía, aunque hoy en día —cuando hace apenas 20 años se prohibía en algunas bodegas el acceso al “segundo sexo” en ciertos días de su ciclo hormonal, por considerar que podía tener efectos nocivos en el proceso de vinificación y crianza— enólogas, gerentes de bodegas, sommelieres y chefs de cocina, con méritos propios y bien ganados, representen cada vez más frecuentemente oficios que eran monopolio de ellos. Ahí están María Isabel Mijares, Cecilia Torres y Ángela Martín, tres winemakers que gozan de reputación en el mundo y que estarán en el SIG para hablar sobre las mujeres y el vino. Y también una prima donna chef entre los invitados estelares.Cabe preguntarse entonces ¿hasta dónde es posible diferenciar los caldos elaborados por hombres y por mujeres o entre la cocina de ellos y la de ellas?

Venusinos poderes

Como si el mantel tendiera la alfombra blanca hacia el tálamo, hay alusiones sexuales en la asociación del vino y la mesa con el cortejo. Para nadie son un secreto las conexiones misteriosas que se dan entre el gusto y la libido, entre una copa de champagne —considerado vino galante por antonomasia— y la seducción. Además, en casi todas las culturas se atribuyen poderes afrodisíacos particulares a ciertas preparaciones y alimentos, como las ostras y el chocolate, para mencionar sólo dos. Sobre esto también se esperan chispeantes demostraciones y conferencias.

Marido y mujer, Paul Launois, del restaurante Antigua, y Ana Belén Mayerston, de Mokambo, comparten el oficio de la cocina en el patio local, y serán este año la imagen viva del eslogan del SIG. Ellos intentarán responder en sus talleres y degustaciones a algunas de esas engorrosas y comprometedoras cuestiones de género.

Caracas será, nuevamente, capital gourmet del país y de la región, con esa gran exposición que se disfruta con los ojos y el paladar y con una suculenta programación de talleres, catas, degustaciones y conferencias; toda una cantera de sugerencias, para encender el diálogo y la discusión. El éxito se expresa en números: 20 mil personas acudieron a la edición anterior. Una cifra que, como ha sucedido siempre, se ubicará este año por encima de todo cálculo y expectativa.

(copia de www.sigcaracas.com)