lunes, 18 de junio de 2007

DÍA DEL PADRE

La idea la celebración del Día del Padre, surgió gracias a la señora Sonora Smart Dodd, oriunda de Washington, Estados Unidos, quien quería de alguna manera reconocer a su padre que se hizo cargo de todos sus hijos al morir su esposa.
Fue en el año de 1909 cuando la señora Dodd hizo esta propuesta sin obtener buenas noticias y fue hasta el 19 de junio de 1910 en Spokane, Washington fue cuando se celebró por primera vez el día del padre.
Ya adulta, Sonora vio en su padre un hombre valeroso, cariñoso y desinteresado, que había realizado todo tipo de sacrificios para sacar adelante a su familia. Debido a que su padre había nacido en junio, Sonora escogió el 19 de junio de 1910 como fecha para celebrar el Día del Padre en honor al suyo.

En 1924 el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea y convirtió el Día del Padre en una celebración nacional. Finalmente en 1966, el Presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación presidencial que declaraba el tercer domingo de junio como Día del Padre en Estados Unidos. La mayoría de países del continente americano se sumaron también a dicho festejo.
En América Latina se celebra el Día del Padre cada tercer domingo del mes de junio, dónde se festeja a los tíos, abuelos y padres en general.

Para celebrar este día fui con mi familia a Hemingway, (es el club privado del restaurante Hermanns) el local es super bonito y el ambiente estuvo muy familiar, acorde con la celeración.

La comida fue sencilla pero rica, muy bien elaborada y de porciones gigantesca. Trabajan muy bien los cortes de carne, es su especialidad.

Luego salí con Ronald. Fuimos a Mokambo, un restaurante con tres ambientes decorado con muy buen gusto, al estilo africano. En el Salón principal se encuentra un reducido mercado, en donde se pueden adquirir frescas frutas y hortalizas.

La barra invita a pasar un momento divertido e íntimo con buena música chill out, con un volumen adecuado para poder conversar. A quines les encanten los espacios abiertos está la terraza, un ambiente más relajado y casual en donde la atención y el servicio por parte de sus mesoneros está a la altura.
Cuando llegamos no había mucha gente (eran las 6 pm) pero poco a poco, cuando más se acercaba la hora de la cena el local se fue llenando.

Cenamos poquito (ya venía muy bien comida), yo pedí un chupe de camarones super rico pero llegó muy frío, cosa que he podido manejar pero me dio fastidio devolver el plato.

Ronald pidió un plato llamado Moules et frites, que es una olla llena de mejillones cocidos al vapor con vino blanco y acompañado de papitas fritas. Es un plato espectacular, la primera vez que lo probamos pedimos como 5 ollas.

La comida estuvo excelente, a pesar que Ana Belén (chef de Mokambo) esta de reposo porque acaba de dar a luz a una niñita, lo que dice mucho de su brigada. La atención buenísima como siempre.

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