UN SITIO ALTAMENTE ADICTIVO

Federico Tischler arrancó el lunes con todo en el restaurant Sibaris. Varios amigos y amantes de su cocina fuimos a visitarlo de sorpresa ese día (Eduardo Moreno, Camen Mosquera, Alex Arcas, Shirley, Ronald y yo).

El Restaurant estaba casi lleno, lo cual hizo que hubiera un ambiente extraordinario y gracias a la degustación de Federico y los buenos vinos que tiene este sitio la velada fue excelente.

Ceviche rojo (fresas, moras, pescado blanco marinado en tomate de árbol, brotes de rábano, etc) y como dijo Carmen, cada vez que pruebas un ceviche de Federico no sabes cual te gustó más porque la mezcla de sabores es extraordinaria y todos se dan batalla.

Hinojos confitados, anguila, brotes y queso mozzarella de búfala. Una combinación super rara pero muy rica; la anguila con el queso me fascinó.

Ensalada de alcachofas confitadas en cerveza, brotes de rúgula, espuma de cevada, queso ricotta, toque de miel y piñones. Increible el sabor que le aporta la cerveza a la alcachofa y para ser sincera no soy amante de las ensaladas y esta me la comería todos los días, la calidad de los productos y la buena combinación de los sabores la hicieron admirable.

Carbonara de palmitos, quizas fue el plato más sencillo de la cena (ojo no sé si hacerlo es complicado), pero el sabor fue sensacional, la pasta tenía la cocción perfecta y todos los elementos que contenía la hicieron casi insuperable.

Róbalo con emulsión de cresta de gallo sobre setas y crestas grilladas. El plato más impresionante de toda la noche, ya se deben imaginar el por qué. Nunca había comido cresta de gallo, me encantó, tiene una textura parecida a la de las setas pero casi no la tienes que masticar porque se disuelve en la boca. Sin duda fue mi preferido.

Por último hubo un solomo madurado sobre puré de zanahorias con canela y zanahorias bebes, no le tomé foto porque como buena carnívora, apenas vi el plato me lo comí y se me olvidó, pero estuvo excepcional. La carne magra y muy suave y con un término que para mí es perfecto, rojo, pero como era madurada no estaba sangrante.

Después de esta maravillosa degustación, Federico nos presentó a Wendoly (chef pastelera) quien nos recomendó a cada uno dependiendo de los gustos. Yo pedí la torta de cambur rellena con queso guayanés (la misma de la vez pasada, es que quedé alucinando con este postre), los demás se fueron con chocolate y la chef les recomdó unos platos que se veían divinos y como no dejarón nada supongo que les encantó.

Tres monstruos de la gastronomía en Venezuela (Alex, Federico y Eduardo)